La Tasa Tobin: impuesto a las transacciones financieras

Dinero cash

¿Llegará a ver la luz la polémica Tasa Tobin? en principio, esta semana pasada parece haberse dado un paso más en el camino que conducirá a su implementación en España de cara al año 2014 tras haber dado el visto bueno la Eurocámara. Sin embargo, la polémica surge desde el mismo momento en que los diferentes países europeos que conforman la UE se han dividido a la hora de mostrar su apoyo a este impuesto.

De hecho, solo once países tienen previsto poner en marcha las disposiciones necesarias: además de España, Alemania, Francia, Italia, Portugal, Grecia, Eslovenia, Austria, Bélgica, Eslovenia y Estonia la pondrán en marcha.

Pero ¿qué es esta Tasa Tobin? ¿de dónde proviene su nombre?

Quién le iba a decir a James Tobin, un economista estadounidense, que su apellido iba a estar en boca de todo por mor de una idea que planteó hace ya más de 40 años (en 1971) con el fin de evitar, o al menos, disminuir, las fluctuaciones que se producían en los cambios de divisas por las especulaciones que se hacían sobre las mismas. Por aquel entonces, Tobin planteó poner un impuesto que gravara las transacciones de divisas para de ese modo evitar que se comprara y vendiera a muy corto plazo en el mercado de divisas con las fuertes repercusiones que ésto tiene en las cotizaciones de las monedas nacionales.

Esta idea resurgió con fuerza a raíz de la crisis internacional de los mercados financieros de estos cinco últimos años, pero el propio Tobin llegó a declarar que se estaba tergiversando el verdadero sentido de aquella tasa.

Actualmente la UE pretende conseguir con la tasa amortiguar la crisis mediante la reducción de la especulación financiera e implicar a las entidades bancarias en el pago de los costes de la crisis.

¿Cómo se haría y en qué consiste?

La propuesta conlleva una tasa que gravará todas las transacciones que se hagan con acciones y bonos en un 0,1%, y en un 0,01% los derivados. Esta tasa la aplicarían los once Estados mencionados anteriormente a través de, probablemente, las Cámaras de Compensación, pero, curiosamente, estarán exentas, entre otras operaciones, las de divisas.

El Reino Unido está siendo uno de los países que están mostrando una más fuerte oposición a esta tasa pues considera que su implementación podría desviar los activos hacia jurisdicciones donde no se aplique esta tasa. Por otro lado, esta tasa gravará directamente al inversor final que será quien haya de pagarlo.

Se postula la Tasa Tobin como una nueva e importante forma de recaudar dinero al tiempo que se controla la especulación; se viste de cara a la opinión pública como la forma de que la Banca participe de los costes que está suponiendo levante esta condenada crisis financiera, pero, mucho me temo que al final, como siempre, será el inversor final quien vea como se repercute sobre sus hombros el mantenimiento de un nuevo impuesto que nada tiene que ver con aquéllo por lo que se creó.

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