Las inversiones y los estados emocionales

La confianza en la toma de decisiones a la hora de invertir

Aquellas actividades donde las personas deben tomar decisiones haciendo uso de la razón, son afectadas por los sentimientos o estados emocionales de las mismas. El mundo de las finanzas no escapa a ello y se ve afectada por los sentimientos de las personas.

Sin lugar a dudas, el comportamiento humano ha hecho de las finanzas un mundo de beneficios para algunos y un mundo de frustraciones y pérdidas para otros tantos (seguramente más que los del primer grupo).

En el post sobre el carácter de los invesores hacíamos referencia a como el perfil de cada inversor se ve desarrollado según el carácter de cada persona. Es decir la personalidad de cada inversor nos dá un indicio de cual es su posición frente al riesgo a la hora de invertir.

En tiempos de crisis las emociones y los sentimientos cobran mayor relevancia que en momentos de tranquilidad y normalidad. Es aquí donde quienes son considerados «gurúes financieros» sacan provecho de la partida.

Generalmente son personajes con «nervios de acero» que actúan en sentido contrario al resto. Ellos se basan en la siguiente estrategia:

  • Comprar cuando todos venden, y vender cuando todos compran

Ellos practicamente juegan con las emociones o expectativas de los diferentes actores que intervienen en el mercado. Cuando el mercado se encuentra en una faceta de depresión o pánico ellos compran a un precio menor, ya que todos desean vender (a veces a cualquier precio). Cuando el mercado se encuentra en una fase de euforia ellos venden a precios sobrevaluados por la misma solicitud de tanta demanda y poca oferta.

Pero debemos ir más allá que las emociones de cada inversor. Las finanzas se ven influenciadas por muchos otros actores financieros que los inversores. Si es apropiado mencionar que la emoción del inversor es más relevante en la toma de decisión ante determinada situación.

Por eso un inversor debe analizar:

El mercado puede encontrarse en un estado

  • optimista (cuando existe euforia, todos desean comprar, «es el negocio del siglo»),
  • normal (el funcionamiento del mercado es constante y no presenta sobresaltos importantes),
  • pesimista (el mercado se encuentra sumergido en un pánico general, todos tienen miedo de perder dinero y se disponen a vender y recuperar parte de la inversión, aún asumiendo pérdidas).

Tal como lo mencionó Javier en la importancia de la confianza en las tomas de decisiones, somos humanos y cometemos errores, esto en especial cuando el miedo se apodera de nosotros y nos falta la frialdad necesaria para los negocios.

Foto Vía Flickr – Héctor Alejandro

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