¿Qué es el contrato laboral único? ventajas e inconvenientes

Contrato unico

Estos días, la propuesta de la Comisión Europea de crear en España el contrato laboral único se ha convertido en la noticia económica estrella. Ha sido el comisario europeo, Làzlo Andor, quien ha abierto el debate sobre si es necesaria una reforma laboral en nuestro país de mayor calado centrándose sobre todo en la necesidad de eliminar la dualidad existente en el mercado laboral español entre contratos indefinidos y temporales mediante la creación de un contrato único.

Tal y como anda la economía en nuestro país, y en tal ambiente de tensión social, era de esperar que se alzaran voces desde todos lados, unos poniendo el grito en el cielo, no solo por la nueva injerencia europea en los asuntos internos, sino también por la creencia de que en España no se ha hecho aún lo necesario o, al menos, lo que se ha hecho ha servido de bien poco, como demuestran los alarmantes datos de paro.

Dejemos por un momento de lado esa creciente aversión a todo lo que nos llega de Europa. Apartemos la idea de que nos marcan el camino desde Alemania y de que nos movemos al son que nos hacen bailar en el Parlamente para ver cuáles serían las ventajas y los inconvenientes que nos traería adoptar nuevas medidas en el mercado laboral.

Si hay una cosa bien cierta es que en España este mercado es un auténtico caos. Nadie está de acuerdo con la situación que vivimos, ni trabajadores, ni sindicatos, ni patronales. En nuestro país tenemos la friolera de hasta 40 modalidades diferentes de contratos motivadas principalmente por los diferentes tipos de bonificaciones aplicables a cada uno de ellos y que, a fin de cuentas, no han servido para crear empleo. Aún así, en diferentes medios se habla de la precariedad que puede generar este tipo de contrato único que se propone. ¿Más precariedad de la que ya hay? particularmente me parece imposible máxime cuando en España abundan, y cada vez más, los contratos temporales cuya indemnización es ridícula (8 días por año trabajado) y sin formación para el trabajador.

En el lado opuesto está el contrato indefinido, obviamente con mayores garantías jurídicas que los temporales y que el contrato único que se propone. Sin embargo, hoy día, con la crisis galopante en la que estamos inmersos, pensar en contratos indefinidos parece poco menos que una utopía.

Resumiendo: perderemos respecto de los contratos indefinidos (que son menos), pero ganaremos respecto de los temporales (que son mayoría), con lo que de media se ganará en garantía laboral.

Pero, además, un contrato de este tipo permitirá una mayor estabilidad laboral, la relación trabajador-empresa será más fiable, y eso redundará en primer lugar en tranquilidad para el trabajador y consecuentemente en una mayor productividad general.

En España han crecido los sectores donde abundan los contratos temporales, pero por contra, ha visto como sectores que necesitan de una mano de obra más estable se han perjudicado. Este contrato único ayudará así a que nuestro país, a medio/largo plazo, pueda mejorar no solo en aquellos sectores económicos de mano de obra barata (como la construcción) sino en otros más avanzados.

A primera vista, un contrato único, intermedio entre el temporal y el indefinido, puede tener más ventajas que inconvenientes, pues ayudará a reducir las desigualdades, fomentará también la contratación parcial (hoy día, dejada de lado porque es más práctico el contrato temporal) y disminuirá la brecha que hay entre las indemnizaciones mínimas que se pagan por contratos temporales y la alta protección legal que tienen los indefinidos y que tanto echa atrás a los empresarios.

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