¿Qué son las tarjetas revolving?

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Más de uno no habrá escuchado hablar de las «tarjetas revolving» y, sin embargo, esos mismos, puede que tengan en su bolsillo, sin saberlo, alguna de esas tarjetas.

Las tarjetas revolving son un instrumento de financiación en forma de tarjeta de crédito que nos permite aplazar los pagos de nuestras compras a cambio de un interés que es bastante más alto de lo habitual. Se trata así de una línea de crédito/financiación que nos permite disponer de dinero anticipado para obtener aquello que necesitamos.

Son tarjeta que suelen utilizarse cuando los recuersos son ya mínimos, y es precisamente ahí donde radica su peligro. Generalmente se usan cuando no tenemos dinero en el bolsillo y no podemos hacer frente a las compras. No obstante, ese dinero que en la compra aplazamos durante varios meses habremos de devolverlo con un tipo de interés a veces abusivo y que puede llegar a rondar el 15% ó el 20%.

Estos préstamos al consumo tiene el atractivo de su flexibilidad en los pagos, pues es el propio usuario el que establece qué cantidad quiere pagar fija al mes de todo lo consumido, e incluso, en ocasiones, algunas entidades permiten modificarlo o incluso aplazar algunas de esas cuotas mensuales.

Suele, incluso, ofrecer descuentos por compras (tal es el caso, por ejemplo, de la tarjeta a tu Ritmo de BBVA que ofrece en estos momentos hasta un 5% de bonificación) y estar exentas de cuota anual, pero por contra, el que te la autoricen tener conlleva un trámite bastante engorroso, pues como tal crédito que es, te pedirán justifiques cierta solvencia mediante la presentación de nóminas.

Como véis, no se trata de una tarjeta tan fácil ni atractiva a primera vista. Tanto es así que incluso la organización Adicae advierte contra este tipo de tarjeta para que tengamos muy claro, en el momento de su adquisición, no sólo el interés mensual que nos cobrarán sino también el TAE anual, ésto es, el interés incluyendo comisiones y gastos.

Dada la facilidad con la que suele caerse en el gasto de comprar con ellas, y teniendo en cuenta el alto costo que nos supone, hay una serie de recomendaciones que habría que seguir:

  • Leer bien todas las condiciones de la misma
  • Pedir las diferencias de costes (y tenerlo claro) entre aplazar a más o menos plazo
  • Tener perfectamente claro el interés mensual y el TAE anual
  • Guardar todos los tickets de compra con la tarjeta por posibles futuras reclamaciones
  • Exigir la información de cualquier cambio en las condiciones de la tarjeta
  • Aunque los contratos pongan como ámbito judicial el de Madrid, como consumidor de la misma puede reclamar en la localidad donde viva
  • Comunicar los cambios de domicilio o teléfono
  • Notificar inmediatamente la pérdida o sustracción de la tarjeta
  • Debe saber que puede anular el contrato de la tarjeta en cuanto lo desee

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1 comentario

  1. Fran dice:

    Totalmente de acuerdo, estas tarjetas revolving pueden ser un verdadero peligro, SObre todo porque la gente que las tiene o bien, no tiene ni idea de lo que va a pagar por ellas o bien porque cuando se enteran es demasiado tarde.

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