Capital riesgo, financiación sin acudir a los bancos

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Los emprendedores hoy en día lo tienen muy difícil para conseguir financiación para sus proyectos. De hecho, sin un capital que los avale, conseguir dinero de los bancos siempre ha sido un problema. Pero hay proyectos empresariales que tienen una gran perspectiva de desarrollo aunque no cumplan estrictamente con los requisitos que exige el mercado financiero para apostar por ello.

Con el objetivo de cubrir este espacio existen las entidades de capital riesgo que son entidades financieras cuyo cometido es comprar una participación del capital de una empresa de forma temporal. Normalmente, la compra de participaciones se hace sobre empresas pequeñas, con gran posibilidad de crecimiento, aunque en ocasiones también pueden entrar en el accionariado de compañías que cotizan en bolsa como sucedió con Amadeus o Cortefiel.

El negocio de las sociedades de capital riesgo es invertir en un proyecto para que la empresa aumente su valor considerablemente y una vez conseguido los objetivos, vender su participación y obtener un beneficio. Los sectores que atraen a este tipo de sociedades financieras son aquellos con más proyección de crecimiento, es decir los que tienen potencialidades para apalancar la inversión porque crezcan por encima de la media del mercado. Una vez que la empresa haya crecido lo suficiente, los fondos aportados por el capital riesgo se retiran del negocio, dejan de formar parte del accionariado de la empresa y recogen el valor de su inversión y los beneficios.

Las operaciones que llevan a cabo estas empresas son de diferente tipo. Así tenemos:

  • Management Buy-Out (MBO): Consiste en la compra de una sociedad, o de parte de ella o de sus activos por un grupo de directivos que trabaja en la misma apoyados por una empresa de Capital Inversión.
  • Management Buy In (MBI): compra de una sociedad en la que el control de esta es obtenido por n personal de dirección externo a la misma apoyados por una empresa de capital inversión.
  • Management Buy In Management Buy-Out (BIMBO): en este caso el el control de la empresa financiada es obtenido por la combinación de un equipo de directivos que trabaja en la misma junto con el apoyo de directivos externos.

En general las operaciones de financiación a través de este sistema se articulan a partir de la creación de una sociedad instrumental o NEWCO, es decir, una empresa creada especialmente para el proyecto, en la cual los accionista són el equipo de dirección y la entidad de capital riesgo. Una vez creada la NEWCO recibe un préstamo que se destina a pagar el precio de la adquisición de las acciones de la empresa original que se quiere financiar.

El capital de riesgo puede servir como una herramienta de desarrollo económico, apoyando a los proyectos «start-up» y las empresas más pequeñas. Patentes o negocios en el sector tecnológico son sectores candidatos a este tipo de financiación.

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