Nueva estafa financiera en EEUU

La Banca y el sistema financiero en el ojo de huracán. No hay tregua para las entidades financieras. No salen de un escándalo cuando se ven envuelto en otro. Si a la falta del liquidez de determinadas entidades, le unimos el cierre de fondos, las varias quiebras producidas, los concursos de acreedores, o estafas como el de Madoff, tendremos todo el caldo de cultivo que ha labrado la desconfianza que hoy día atenazan a todos los mercados bursátiles mundiales y a la economía en general.

Pero no eran suficientes razones, no. Hace poco conocimos los problemas de Banif Inmobiliaria en España para reembolsar a sus partícipes, los cuales se han quedado con tres palmos de narices cuando han querido recuperar su dinero, y se han dado cuenta de que lo tendrán retenido bastante tiempo, y ayer fue EEUU y su Comisión de valores quien hizo saltar nuevamente la liebre con otra estafa multimillonaria.

De nuevo un asesor financiero se ha querido aprovechar de la situación actual con un fraude que puede ascender a 8.000 millones de dólares (6.370 millones de euros, que se dice pronto).

En esta ocasión, el acusado ha sido Robert Allen Stanford, y las compañías implicadas Stanford International Bank (curioso que estuviera domicilada en un paraíso fiscal), Stanford Group Company, y Stanford Capital Management.

Según la demanda de la SEC, la Comisión de Valores de Estados Unidos, la red de asesores financieros vendieron certificados de depósitos con las promesas de altísimas rentabilidad que no podrán cumplir; rendimientos «improbables y no verificables», según palabras textuales del informe financiero de la demanda. Para ello se valió, además de falsas promesas, de la falsificación de datos históricos, con rendimientos pasados que fueron totalmente inventados.

Con estas situaciones que se presentan un día sí y otro también, dificilmente se podrá recuperar la confianza en el sistema financiero, y mientras ésto no sea así, mientras no se consiga limpiar toda la basura escondida que se ha generado durante los años de bonanza, pocas oportunidades tendremos de ver remontar el vuelo a la economía.

De momento y para certificar esa total incredulidad y desconfianza en las entidada financieras, los inversores castigarons a los valores bancarios ayer, en la bolsa de Madrid, con caídas del orden de un 7% para BBVA, Banesto y Santander,  o de casi el 9% para el Popular.

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